Sólo tú sabes quién se merece tus lágrimas.
Cada vez que sientas que la tristeza te persigue, déjala entrar a tu vida, que con ella aprenderás a ser fuerte.
La melancolía es el placer de estar triste.
Es tan triste mirar por la ventana que mejor prefiero mirarte para sonreír de nuevo.
Cuando la tristeza nos invade nos sentimos mal, imagínate el no poderte amar.
Mas vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreir.
La tristeza es un sentimiento que siempre nos acompaña.